Activista: Nadia Murad
Ámbito: Derechos de las mujeres
País: Minoría yazidí de Irak
Nacimiento: Kojo, norte de Irak, 1994
Descripción
En 2014, durante meses, fue esclava sexual de la organización hijadista Estado Islámico. La sometieron a la violencia y las humillaciones más terribles -torturas, violaciones colectivas- y la vendieron varias veces. La casaron con un hombre que la golpeaba brutalmente.
Como miembro de la minoría étnica religiosa yazidita, sufrió la persecución y la violencia de la organización terrorista. La apresaron en su pueblo de Kojo, en el norte de Irak. Los atacantes mataron a los hombres, convirtieron a niños y muchachos en niños-soldado y redujeron a las jóvenes a la servidumbre y la esclavitud más abyectas. Aquel año, en Irak, más de 6.700 muchachas sufrieron la misma desgracia que ella.
La llevaron a Mosul, entonces la capital de Estado Islámico en Irak. En medio de la pesadilla, la ayuda de una familia musulmana le permitió huir a un campamento de refugiados en el Kurdistán iraquí. Allí supo que toda su familia había sido asesinada salvo una hermana, que había podido marchar a Alemania. En 2015, un programa para refugiados del estado alemán de Waden-Württemberg le facilitó reunirse con ella.
Nadia no se hundió, no se suicidó. Desde Europa se ha convertido en la representante de su pueblo, que sufre el fanatismo de Estado islámico. Antes que el grupo surgiera con fuerza en 2014, los yazidíes formaban una comunidad de unos 550.000 miembros en Irak; en 2020, casi 100.000 han huido del país, y otros se encuentran desplazados en el Kurdistán iraquí. Nadia denuncia que más de 3.000 muchachas yazidís están desaparecidas: probablemente son esclavas de Estado Islámico y pasan por el mismo calvario que ella. Quiere que los integrantes de Estado Islámico (Isis según las siglas en inglés, DAESH según las despectivas siglas en árabe) sean juzgados en un tribunal internacional por crímenes contra la humanidad y genocidio.
En 2018 recibió el premio Nobel de la Paz, junto con el ginecólogo congoleño Denis Mukwege, ambos distinguidos por su lucha contra la violencia sexual como arma en guerras y en conflictos armados.